Hoy en día está fuera de toda duda que el tabaquismo es la principal causa prevenible de muerte en la mayoría de los países.
Desde 2003, se han publicado un número considerable de datos clínicos y experimentales en relación con los efectos negativos que produce el consumo de tabaco, e indican claramente que el tabaquismo es un factor de riesgo relevante, que confiere un aumento sustancial en el riesgo de deterioro de la función renal.
Hace unos años se publicó en la revista CJASN una revisión que resume el conocimiento actual sobre los riesgos que confiere el fumar sobre el riñón, así como el aumento del riesgo cardiovascular causado por el tabaquismo en pacientes con enfermedad renal crónica.
Hoy desgranaremos y resumiremos este estudio, que conciencia de la importancia de dejar de fumar para el enfermo renal.
TABACO Y POBLACIÓN GENERAL
Tomados en conjunto, los estudios recientes documentan claramente que el tabaquismo, especialmente fumar en exceso y durante muchos años, es un factor de riesgo independiente para desarrollar enfermedad renal crónica, tanto en hombre como en mujeres de la población general. Este riesgo puede estar asociado al estilo de vida de los fumadores que normalmente les confiere alto riesgo cardiovascular.
TABACO Y NEFROPATÍA DIABÉTICA
Varios estudios recientes documentan que el tabaquismo es un factor de riesgo para todas las etapas de daño renal asociado a la diabetes, con aumento de pérdida de proteínas en orina y favoreciendo el inicio de diálisis de forma más precoz.
TABACO Y TRASPLANTE RENAL
Está suficientemente documentado que el tabaquismo es un factor de riesgo para la pérdida progresiva de la función del injerto renal. Un estudio de 645 adultos receptores de riñón encontró que los fumadores tenían una supervivencia del riñón trasplantado significativamente peor en comparación con los no fumadores (84, 65, y 48% a 1, 5 y 10 años, respectivamente, frente a 88, 78, y 62%).
El tabaquismo pretrasplante se asoció con un riesgo relativo de 2,3 para la pérdida del injerto. Entre los pacientes con una historia de tabaquismo, si se deja de fumar antes del trasplante, se mejora la supervivencia del riñón trasplantado. Este hallazgo es de gran importancia para el tratamiento de los pacientes con enfermedad renal crónica y que son considerados para el trasplante renal.
COMO DAÑA EL TABACO AL RIÑON
- Daño asociado a los tóxicos propios del tabaco: La nicotina produce una serie de efectos en los vasos sanguínenos renales produciendo intensa inflamación (disfunción endotelial, aumento fibronectina), tendiendo a cerrarse o a obstruirse con la consecuente progresión del daño renal
- Los metales del alquitrán como el Plomo o el cadmio que se encuentran en el tabaco son tóxicos a bajas dosis y se depositan en el riñón produciendo daño sobre todo en paciente diabéticos.
- El tabaco favorece por el efecto de la nicotina y el humo(monóxido de carbono), el aumento de la tensión arterial y la frecuencia cardíaca además de un efecto inhibidor sobre el efecto de algunos fármacos antihipertensivos.
MORTALIDAD DEL TABACO ASOCIADO A LA ENFERMEDAD RENAL CRÓNICA
Fumar teniendo enfermedad renal crónica aumenta el riesgo de muerte y de morbilidad.
En un estudio prospectivo de 147 pacientes con estadio 3 de ERC, ha concluido que la exposición acumulada al tabaco se asocia significativamente con accidentes cardiovasculares fatales. Esto fue confirmado por los últimos datos del Estudio de Salud Cardiovascular que investigó 5808 pacientes que eran ≥65 años de edad y tenían enfermedad renal crónica, el tabaquismo se asoció a aumentos absolutos de riesgo para la muerte cardiovascular entre los pacientes con ERC.
MORTALIDAD DEL TABACO ASOCIADO A LA DIÁLISIS Y TRASPLANTE
El tabaquismo es un factor de riesgo independiente para la calcificación arterial en pacientes con enfermedad renal terminal, que se asocia con un mayor riesgo cardiovascular y muerte. Los pacientes en diálisis tiene mayor riesgo de enfermedad arterial periférica y de amputaciones de miembros si fuman, con el menoscabo a la calidad de vida y la mortalidad.
El tabaco también es dañino para el paciente trasplantado que ya tiene un riesgo cardiovascular añadido por la medicación inmunosupresora. Grupos Europeos de Expertos en trasplantes renales recomiendan dejar de fumar como una medida importante en el cuidado a largo plazo de pacientes con trasplante renal.
CONCLUSIONES
Dejar de fumar debe ser una medida a implementar de inmediato, ya que es sin duda la estrategia más rentable y beneficiosa para la prevención enfermedad renal crónica, enfermedad renal terminal, y la morbilidad y mortalidad por eventos cardiovasculares en pacientes renales.
Los nefrólogos y médicos de atención primaria tenemos que invertir más esfuerzos para motivar a los pacientes renales a dejar de fumar.