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miércoles, 23 de septiembre de 2015

La verdad sobre la dieta mediterránea

En Nefrología también nos encargamos del riesgo cardiovascular de los pacientes y como prevenirlo. Por ello hoy traigo al Blog un resumen de un artículo español, publicado en 2013 en una de las revistas de medicina más prestigiosas del mundo( NEJM). Este artículo define qué es la dieta mediterránea, qué resultados tuvieron tras instaurarla en un grupo de personas y qué conclusiones sacaron de ello.







Las enfermedades cardiovasculares continúan siendo la principal causa de muerte en el mundo, responsables del 42 % de los fallecimientos en varones y del 52 % de los acontecidos en mujeres. Se estima que continuarán siendo la principal causa de muerte en el año 2030 . Se trata, pues, de una auténtica epidemia que podría limitarse con un retorno a un estilo de vida y una alimentación más sanos, como, por ejemplo la dieta mediterránea . 

El estilo de vida y la alimentación que se sigue en la juventud y en las etapas medias de la vida parecen ser los principales determinantes de la aparición de enfermedades crónicas en etapas posteriores. 

¿ Qué es la dieta mediterránea?

La dieta mediterránea se define como el patrón de alimentación propio de los países del área mediterránea donde crecen los olivos (Creta, Grecia y sur de Italia y España) de finales de la década de los cincuenta y principios de los sesenta. Aunque no existe una dieta mediterránea única, se considera que sus principales características son las siguientes:
 a) un consumo alto de grasas (incluso superior al 40 % de la energía total), principalmente en forma de aceite de oliva (más del 20 % de la energía total); 
b) un consumo elevado de cereales no refinados, fruta, verdura, legumbres y frutos secos;
 c) un consumo moderado-alto de pescado; 
d) un consumo moderado-bajo de carne blanca (aves y conejo), y productos lácteos, principalmente en forma de yogur o queso fresco; 
e) un consumo bajo de carne roja y productos derivados de la carne; 
 f) un consumo moderado de vino, principalmente con las comidas.

COMO SE DESARROLLÓ EL ESTUDIO

En total se incluyeron 7447 participantes, de edades comprendidas entre 55 y 80 años (varones) o 60 y 80 años (mujeres) y sin manifestaciones clínicas de enfermedad cardiovascular en el momento de la inclusión, pero con una alta probabilidad de presentarlas, ya que se trataba de sujetos con riesgo vascular alto. 
Estos participantes se asignaron de forma aleatoria a tres grupos de intervención dietética: una dieta mediterránea suplementada con aceite de oliva virgen extra (2487 participantes), una dieta mediterránea suplementada con frutos secos (2396 participantes) o una dieta baja en todo tipo de grasa (2349 participantes). A todos ellos se les convocó a una sesión individual y grupal con una dietista cada tres meses y fueron evaluados anualmente. El estudio finalizó a finales del año 2011, lo que implica un seguimiento medio de los participantes de seis años.





OBJETIVO

El objetivo principal del estudio PREDIMED era la valoración de la eficacia de la dieta mediterránea para prevenir la mortalidad cardiovascular, el infarto de miocardio y el accidente vascular cerebral.

Resumiendo los resultados del estudio: 

A los 4,8 años de seguimiento, se detectaron 288 complicaciones cardiovasculares mayores: 96 en el grupo de aceite de oliva virgen extra (3,8 %), 83 en el de frutos secos (3,4 %) y 109 en el grupo control (4,5 %)
(Las tasas respectivas de presentar un evento cardiovascular primario fueron de 8,1, 8,0 y 11,2 por 1000 personas-año y lashazard ratios respectivas de 0,70 (IC 95 %, 0,53-0,91) para el grupo de aceite de oliva virgen extra y 0,70 (IC, 0,53-0,94) para el grupo de frutos secos)

Respecto a la mortalidad global, se observó una tendencia a una reducción de la mortalidad general en el grupode dieta mediterránea suplementado con aceite de oliva virgen extra, con una hazard ratio de 0,81 (IC, 0,63-1,05; P = 0,11) respecto al grupo control .

CONCLUSIÓN:

El estudio PREDIMED ha demostrado por primera vez que la dieta mediterránea tradicional incrementa la longevidad y ejerce un potente efecto protector frente a la aparición y el desarrollo de la enfermedad cardiovascular. Confirma también los efectos beneficiosos de este patrón de alimentación sobre los principales factores de riesgo vascular, tanto clásicos como emergentes.
Así pues, nunca es tarde para cambiar nuestros hábitos alimentarios y mejorarlos hacia una dieta más saludable, como la mediterránea tradicional. 

¿ Como podría mejorar esta dieta?

Podría mejorarse esta dieta si se cambia el aceite de oliva común por aceite de oliva virgen extra, se aumenta el consumo de frutos secos, pescado azul, verduras y legumbres, se sustituye el pan y cereales refinados por integrales, se mantiene un consumo moderado de vino con las comidas, se reduce el de de sal y de carnes, especialmente la carne roja, y se evita la ingesta de refrescos azucarados, bollería y dulces industriales.





Más información en http://www.predimed.es/


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