La diabetes mellitus tipo 2 es una enfermedad metabólica que se caracteriza por una resistencia a la acción de la insulina que produce un estado de hiperglucemia(nivel alto de azúcar en la sangre). Es decir, la insulina no da la orden para introducir la glucosa en célula para convertirla en energía, de modo que ésta queda circulando en la sangre (hiperglucemia) y dañando los tejidos con el paso del tiempo.
Los inicios de la enfermedad no producen síntomas. Si no se detecta a tiempo, los síntomas pueden ser sed excesiva, micción constante y aumento de apetito. La diabetes tipo 2 representa alrededor del 90 % de los casos de diabetes, con el otro 10 % debido principalmente a la diabetes mellitus tipo 1 y la diabetes gestacional. La obesidad es la causa primaria en occidente de la diabetes tipo 2 entre personas con predisposición genética a la enfermedad.
En España, se estima que un 12% de la población mayor de 18 años padece diabetes tipo 2. Cifra que ha ido aumentado en los últimos años por los malos hábitos alimenticios, la obesidad y el sedentarismo.
¿ Cómo daña la diabetes?
La diabetes en el gran reto de este siglo para la medicina, puesto que tiene una alta tasa de mortalidad y morbilidad. En casi todos los países desarrollados, la diabetes es una de las principales causas de enfermedad cardiovascular( infartos coronarios y cerebrales, entre otros), ceguera, insuficiencia renal y amputación de extremidades inferiores.
La hiperglucemia produce una alteración en los elementos que mantienen en buen estado los vasos sanguíneos por lo que se terminan inflamando y dañando, con tendencia a estrecharse con el paso de los años, en especial los vasos más pequeños. El riñón al ser un órgano con muchos vasos sanguíneos pequeños, se daña más precozmente. Se llama nefropatía diabética (ND) a la enfermedad renal producida por el exceso de azúcar o hiperglucemia de la diabetes sobre el riñón.
La ND es una complicación que evoluciona de forma crónica y progresiva a lo largo de años. La incidencia máxima de esta complicación se observa a partir de los 10-14 años del diagnostico de la Diabetes M, mientras que es muy infrecuente el inicio de nefropatía después de 30 años de evolución de la enfermedad. El dato que nos adelanta que la diabetes está dañando el riñón es la presencia de proteínas en la orina( albuminuria). Casi la mitad de los casos presentara albuminuria (proteínas en orina) ya en el momento del diagnostico.
Finalmente, es importante resaltar que la evolución de la ND se ve afectada por diversos factores que influyen en el desarrollo y progresión de esta complicación, como son los factores raciales y genéticos, el control metabólico y de la presión arterial, el tabaquismo o los cuidados básicos iniciales que haya recibido el paciente.
La diabetes M. tipo 2 es una de las causas principales de insuficiencia renal crónica y diálisis.
Finalmente, es importante resaltar que la evolución de la ND se ve afectada por diversos factores que influyen en el desarrollo y progresión de esta complicación, como son los factores raciales y genéticos, el control metabólico y de la presión arterial, el tabaquismo o los cuidados básicos iniciales que haya recibido el paciente.
La diabetes M. tipo 2 es una de las causas principales de insuficiencia renal crónica y diálisis.
Normalmente, el inicio de una Diabetes Mellitus es confusa para la persona, pues no duele ni produce síntomas y cuesta creerse que estamos ante el inicio de una enfermedad. Muchas veces se identifica tras una analítica casual en centro de salud o en el especialista donde se observa glucemia basal alterada, es decir, azúcar en ayunas por encima de 100 pero no superior a 126, que nos indica que hay ya una resistencia a la insulina y la antesala al inicio de diabetes.
Pero un actuación a tiempo puede prevenir eventos futuros, y aquí es importante recomendar al paciente un cambio en los hábitos de vida, comer mejor y sobre todo hacer ejercicio para perder peso. Si logramos esto podemos frenar e incluso revertir la situación.
El tratamiento con fármacos se reserva para los casos en los que tras 3-4 meses de intervención en los hábitos de vida, no logramos objetivos. Con los años incluso de puede llegar a necesitar insulina para el control.
Conclusión
La diabetes mellitus tipo 2 en una enfermedad sigilosa, potencialmente dañina y mortal, que está relacionada con el estilo de vida y es claramente prevenible. Establece un mayor riesgo de esa persona para tener un evento cardiovascular en comparación a el resto de la población. La clave está en llevar una vida saludable, especialmente realizando ejercicio físico y evitando la obesidad.
La nefropatía diabética es una consecuencia de ella y puede desembocar en una enfermedad renal crónica con necesidad de diálisis. Nuestro papel como Nefrólogo es, una vez detectado una pérdida de proteínas en orina, informar de medidas y tratar al paciente de forma global para evitar la progresión de la enfermedad renal.
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